Delincuentes de primera, ciudadanos de segunda y leyes de tercera


  • Comparteix:

juan.jose.prieto.contreras

Juan José Prieto Contreras

Coordinador de la Junta Local del Partit Popular de Sant Cugat


Publicat: el 1/febrer
Opinió
Més Columnes de l'autor
PDF

En la escena de la justicia, cada delito debe tener su respectivo actor principal, su villano. Sin embargo, en el guión retorcido de la política, a veces se reescribe el papel de los protagonistas, otorgando a algunos unos superpoderes que los liberan del peso de sus acciones, mientras otros continúan siendo los espectadores impotentes de una obra sin justicia.

Imaginemos, por un instante, un acto de magia asombroso, aquellos culpables de delitos políticos se introducen en un baúl mágico, o maletero, y, al desplegarse el telón, se desvanecen en la oscuridad de la impunidad, mientras que, al mismo tiempo, los protagonistas de delitos comunes permanecen en el escenario, enfrentando la dura vara de la justicia.

¿Cómo es posible que en ese mismo escenario algunos espectadores aplaudan el misterioso escape de unos y, al mismo tiempo, se ensordezca el clamor de justicia para otros?

Permitirme que sigamos en el mundo de lo que podría ser, situémonos en un barrio cualquiera, unos vecinos cometen un robo, mientras otros, simpáticos y motivados, incendian casas. Ahora, el alcalde, en su afán de mantener la paz en el barrio, decide perdonar a los incendiarios, pero deja que los ladrones sean enjuiciados y condenados. ¿No sería una aberración? ¿No clamaríamos todos por igualdad ante la ley?

Pero la injusticia va más allá de la mera discriminación entre delitos. Al perdonar a los culpables, se cierra el telón ante las víctimas, quienes quedan relegadas a un segundo plano. Pasan a ser ciudadanos de segunda, y como de una obra de Ionesco, Beckett o Poncela, donde antes eras víctima ahora eres culpable. Es como si les dijeran: "Tu dolor, tu sufrimiento, no merece ser reconocido. Los culpables merecen un final feliz, mientras tú sigues viviendo en la sombra de tu tragedia, y a la cara te escupen, lo volveremos a hacer".

Y así, se fragua en las calderas del infierno, esta ley de amnistía que se convierte en un bálsamo para los delincuentes políticos, mientras se clava una daga en el corazón de la convivencia social. ¿Cómo podemos hablar de reconciliación cuando se premia la impunidad? ¿Cómo podemos construir puentes entre comunidades cuando se humilla a las víctimas? ¿vamos a educar a nuestros hijos diciéndoles, "cariño está mal pegar a Juanito, porque es el delegado, pero tranquilo, a Pepito no, dale, dale bien fuerte"?

Esta no es solo una ley, es un símbolo de la injusticia, una afrenta a la equidad y un golpe a la convivencia. No importa de qué lado del espectro político se esté, la indignación debería ser compartida. Porque en el escenario de la justicia, todos deberíamos tener el mismo guion, la misma oportunidad de ser escuchados y la misma responsabilidad de enfrentar las consecuencias de nuestros actos.

Alcemos la voz contra la impunidad, porque la justicia no puede tener actores privilegiados ni víctimas olvidadas.

JUAN JOSÉ PRIETO CONTRERAS és Coordinador de la Junta Local del Partit Popular de Sant Cugat



  • Comparteix:

OPINA

Identifica't per comentar aquesta notícia.

Si encara no ets usuari de Cugat.cat, registra't per opinar.

Avís important

Tots els comentaris es publiquen amb nom i cognoms i no s'accepten ni àlies ni pseudònims

Cugat.cat no es fa responsable de l'opinió expressada pels lectors

No es permet cap comentari insultant, ofensiu o il·legal

Cugat.cat es reserva el dret de suprimir els comentaris que consideri poc apropiats, i cancel·lar el dret de publicació als usuaris que reiteradament violin les normes d'aquest web.