La falta de disculpas, a la larga, supone una pérdida de confianza en la relación personal y social. Por poner un ejemplo, la disonancia cognitiva actual consiste en tildar de 'fascista' cualquier comportamiento que discuta, contradiga o simplemente discrepe de las ideas de una parte importante de la población.
La parte de la población presumiblemente 'disonante' esta vez no estaba esperando un OVNI, esperaba a la 'República'. Como el platillo volante que iba a salvar a esa comunidad del apocalipsis, en nuestra comunidad también se asentó el convencimiento de que era posible la independencia y un cambio de régimen político sin, y aquí está lo más grave, consecuencias. En la actualidad y tal como les pasó a los miembros de esa comunidad religiosa, pese a no producirse el advenimiento de la República, continúan aferrándose a la idea inicial, incapaces de asimilar que simplemente han errado. Y errar es de humanos. No pasa nada por equivocarse. Todos lo hacemos. Aprendemos de nuestros errores. La prueba y error es un mecanismo básico del aprendizaje científico. Sólo los 'creyentes' no aceptan el error, tienen la fe.
En 1978 se produjo un caso parecido al anteriormente descrito, una secta liderada por Jim Jones, que había nacido como una comunidad de corte socialista en Indianápolis que predicaba la igualdad económica y racial, llevó a cabo un suicidio colectivo en Jonestown, en la Guyana. 909 seguidores tomaron cianuro o se dispararon entre ellos, matando de paso a niños y adolescentes: un completo desastre.
¿Pensaron en algún momento estos seguidores que el Reverendo Jones les estaba llevando a una muerte segura?, no lo sé, no quedó nadie con vida para contarlo y todo son conjeturas.
Lo cierto, por lo menos para mí, es que el pensamiento crítico y la duda metodológica son elementos esenciales para discernir si nuestro comportamiento se ajusta a la realidad en la que vivimos y no a la que nos gustaría o desearíamos vivir. Vivir ensoñaciones siempre es peligroso, los sueños pueden acabar convirtiéndose en pesadillas.
MARTÍ PACHAMÉ és membre de Cs
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