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Se trata sin duda de una verdad de perogrullo, pero en realidad no lo es tanto, ya que muchas personas en Sant Cugat opinan que el actual gobierno de CiU gestiona bien, pero sin embargo desconocen los muchos puntos flacos y las carencias de las que adolece esa gestión. Evidentemente, ahí estamos los partidos de la oposición para recordar e informar a los ciudadanos de que no es oro todo lo que reluce.
Gobernar bien un municipio no es sólo hacer que parezca bien gobernado, sino que esté de verdad bien gobernado. Y en Sant Cugat hay muchos problemas importantes que no se han solucionado, a pesar de que llevamos ya tres años de mandato y sólo queda un año para las próximas elecciones.
El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento destina a comunicación a prácticamente dos millones de euros al año, que es más dinero del que se gasta al año para arreglar los pavimentos de aceras y calzadas del municipio que están en mal estado. Y eso a pesar de que hay algunas actuaciones que llevan 5 o 6 años pendientes. Eso no es buena gestión.
Tampoco es buena gestión hipotecar el futuro de la ciudad de forma silenciosa, sin que nadie se entere, aprovechando el desconocimiento de los ciudadanos de temas tan importantes como el conflicto con los afectados por la modificación urbanística de los terrenos de Can Matas o el conflicto con los propietarios del sector de Torrenegra, que pueden resultar muy caros a la ciudad cuando queden resueltos de forma definitiva en los tribunales.
La conclusión es que la buena gestión es lo que es, y no lo que algunos pretenden hacernos creer, por mucho bombo mediático que le den a sus bondades como gobernantes.
ÁLVARO BENEJAM és regidor del PP
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