Siguiendo un guión por desgracia muchas veces repetido, el resto de formaciones políticas se nos echó encima tachándonos de alarmistas: el PDeCAT que entonces gobernaba no atendía a razones y los partidos de izquierda asumían cualquier ocurrencia, por disparatada que fuera, que incorporase los adjetivos verde, ecológico o sostenible en su enunciado. Poco tenía que ver el que las consecuencias no fueran realmente ni verdes ni ecológicas ni sostenibles.
El tiempo, por desgracia, vendrá a darnos la razón y ya intuyo el escaqueo generalizado de las formaciones políticas que en su día apoyaron el proyecto y que no van a dudar en hacerse los suecos cuando arrecien las críticas por parte de muchos ciudadanos. Por un lado, el PDeCAT afirmará que desde primeros de junio ellos están en la oposición y que cada palo aguante su vela, y por parte del tripartito de izquierdas argumentarán que han recibido una herencia envenenada y que ellos nada han podido hacer al respecto.
Y es que ya dice el refranero que el éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano.
SERGIO BLÁZQUEZ és regidor del grup municipal de Ciutadans
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