Por poner un ejemplo les citaré el caso de Mona Sahlin: la señora Sahlin, viceprimera ministra de Suecia en los años noventa, presentó su dimisión por haber gastado 35 euros del erario público en la compra de dos tabletas de chocolate Toblerone y un vestido.
Sant Cugat, por desgracia, es harina de otro costal. La ciudad ha sido el epicentro de la trama corrupta de financiación de Convergència durante muchos años. Las famosas mordidas del 3%. Nuestra actual alcaldesa, que ocupó el área de Urbanismo durante gran parte de ese período negro, en la 'hipótesis de trabajo' más favorable para ella no se enteraba de absolutamente nada. Ni de lo que pasaba en la ciudad ni de lo que pasaba en su propio partido. Y Conviene recordar que fueron obras públicas que fueron encargadas, adjudicadas y pagadas por el propio ayuntamiento.
Señores del PDeCAT, si aspiramos a ser escandinavos actuemos en consecuencia. Recordando de nuevo su viaje a Dinamarca tengan en cuenta que es allí donde transcurre Hamlet, la genial obra de Shakespeare: dimitir con honor o aferrarse al poder a toda costa. Esa es la cuestión.
SERGIO BLÁZQUEZ és regidor de Cs
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