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Quisiera transmitir cierta tranquilidad en estas breves líneas, aun cuando sé que vivimos tiempos convulsos y que la maquinaria de la propaganda cuenta con artillería pesada, mientras un humilde servidor dispone de un simple portátil. Si mi artículo no le transmite algo de sosiego habré fracasado en mi intento y, en caso de que lo tuviera impreso en papel, de todo corazón sería de mi agrado que acabase en la papelera.
En las últimas semanas me han parado por la calle o contactado decenas de amigos y vecinos a los que he visto apenados, nerviosos y profundamente preocupados. Ciudadanos de a pie en quienes no está en su mano resolver la crisis política que vivimos en Catalunya. A todos ellos les he pedido que en la medida de lo posible cojan cierta distancia con el 'procés' y sus muchas derivadas; si el estar conectado todo el día a la televisión o a las redes sociales les produce ansiedad es mejor dejarlo correr y salir a dar un paseo por alguno de los parques de nuestra ciudad. Y si encuentran a algún amigo sería bueno dejar de lado el tema político, porque, no nos engañemos, a estas alturas ya estamos todos convencidos de lo que quiera Dios que estemos convencidos.
En definitiva, procuremos relajarnos y huir del miedo y la irracionalidad. Porque si nos mostramos templados formaremos parte de la solución, pero si por el contrario dejamos salir a ese diablo que todos llevamos dentro estaremos formando parte del problema. ¿Y usted de qué lado cree que está?
Quisiera también en este breve artículo felicitar públicamente a todas aquellas personas que desde nuestro municipio estuvieron presentes en la manifestación que convocó Societat Civil Catalana y que fue un éxito arrollador este pasado domingo. Una manifestación pacífica, festiva y multitudinaria, que pretendía poner de relieve el sentimiento de pertenencia a España que tenemos muchísimos catalanes.
Creo también que es de recibo agradecer el que algunos medios de comunicación locales hiciesen un trabajo periodístico objetivo y correcto ese día, como es el medio en el que escribo estas líneas. Lamentablemente algún otro grupo de difusión se decantó por hacer todo menos periodismo al redactar la crónica de lo acontecido.
Por desgracia no son pocos los casos en que la prensa, tanto a nivel nacional, autonómico o local busca, en algunos casos, la deformación de la realidad adaptándola a lo que le gustaría que fuera, en vez de a lo que es. Si bien la política ha perdido en las últimas décadas gran parte de su credibilidad, no es menos cierto que los medios de comunicación, a la par, tampoco han corrido mejor suerte.
Urge, en definitiva, que todos los ciudadanos hagamos análisis de conciencia de si nuestras acciones cotidianas, especialmente las públicas, están fomentando la cohesión social, la prosperidad, y la convivencia. Urge saber, dicho de otro modo, si hemos venido para construir o para destruir.
SERGIO BLÁZQUEZ és regidor de Cs
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