mantenimiento de las autopistas de peaje; el remanente se podría utilizar para, por ejemplo, reducir el coste de los billetes de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya y favorecer de esta manera el transporte público ecológico. Hacer de Sant Cugat - y del resto de ciudades del cinturón que pagamos el peaje - ZONA 1 sería el summum.
Sin embargo, existe un pequeño problema y es que recientemente la Generalitat de Junts pel Si blindó hasta el 2037 la concesión de los Túneles de Vallvidrera a ABERTIS -empresa con participación mayoritaria de Caixabank, ACS y otros grupos inversores - que apareció como donante de la fundación Trias Fargas y cuyo presidente es un prohombre de CDC y facilitador de préstamos para las campañas de los convergentes. ACS, para el que no lo sepa, es la empresa del Sr. Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.
Viene entonces cuando partidos como ERC o PSC se ponen las manos a la cabeza olvidando que, de la misma manera, renovaron a AUTEMA (propiedad en la actualidad de ABERTIS y FERROVIAL) el contrato de explotación del peaje de Terrassa en el 2010, a finales de mandato del segundo y nefasto tripartito. ¿No gobernaban entonces ERC, ICV y el Partido Socialista? ¿No gobierna hoy en día ERC en la coalición de la desconexión?
La situación de bajada de pantalones y el blindaje fue tal que hasta en el caso de que, por motivos de la crisis, se viera reducido el volumen de paso de vehículos. La Generalitat debía compensar a la AUTEMA. Adicionalmente, por si fuera poco, el tripartito le pagó en el 2010 un total de 8,8 millones de euros por las bonificaciones de uso de los peajes a los usuario del peaje con residencia en Terrassa (ciudad gobernada, como no, por el PSC).
Recientes estudios valoran que la recuperación de los 200 km de autopistas catalanas en manos de empresas privadas como ABERTIS representaría un total de entre 2.500 y 2.700 millones de euros debido a las cláusulas de rescisión de contrato que obligaría a indemnizar a las citadas empresas por daños y perjuicios. Sólo la indemnización para la recuperación de los túneles de Vallvidrera sería, según este mismo estudio, de 776 millones de euros. Eso sin contar los costes posteriores de personal y mantenimiento de las estructuras.
En resumen un lujo que una Generalitat en bancarrota y con un historiador como referencia económica no puede permitirse.
Pero, ¿y si no se hubieran renovado las concesiones?
ALDO CIPRIAN és portaveu del C's
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