Los males y los remedios

Álvaro Benejam

Álvaro Benejam


Publicat: el 5/nov/13
Opinió| Columnes

A menudo pasa que, con la cantidad ingente de información que recibimos, acabamos por confundirnos y por hacernos una idea posiblemente poco acertada de lo que pasa en realidad. Hoy estamos, como país, en una situación muy difícil, tanto económicamente como en otros aspectos como la educación, la sanidad, las pensiones, etc.

Valga decir que, según mi opinión, estamos en esta situación tan grave (y ya hemos pasado lo peor) gracias a la falta de visión y al deficiente sentido de la responsabilidad de los dirigentes del PSOE, que, cuando han gobernado en época de bonanza han estirado más el brazo que la manga, y cuando han seguido gobernando con la crisis sobrevenida todavía han estirado más el brazo que la manga y además han regalado la ropa de abrigo que nos protegía.

Los años de presidencia de Rodriguez Zapatero han supuesto un gran desastre para España. La deuda española, que entre 1998 y 2006 se mantuvo entre los 300.000 y los 400.000 millones de euros, comenzó a desbocarse en 2007, llegando casi a duplicarse hasta los 770.000 millones en 2011. Que país aguanta esto?

Es evidente pues que el verdadero artífice de la gran deuda estructural española es Rodriguez Zapatero, quien, a sabiendas, empezó a gastar más de lo que se ingresaba pidiendo dinero prestado a los mercados, hipotecando el futuro de nuestro país.

Parece mentira que haya gente que esto todavía no lo entienda, y que ahora hagan culpable al gobierno actual por tomar medidas que atajen la caída libre en la que estábamos. Gracias a las reformas estructurales acometidas por el Partido Popular, hemos dejado de estar en caída libre. Seguimos en el fondo del pozo, pero ya no vamos a peor.

Evidentemente, las medidas tomadas, a pesar de que ya hoy actúen como bálsamo para nuestras heridas macroeconómicas (prima de riesgo, fuga de capitales, desconfianza de inversores, etc), no tienen todavía una traducción en la creación de empleo, que tardará un poco más. Pero llegará cuando los empresarios perciban que les sale más a cuenta contratar personal que subcontratar a otras empresas o producir forzando los recursos propios.

A mi modo de ver, pretender que el gobierno nos saque de la crisis sin que se realicen primero ajustes en todos los ámbitos es como pedirle al cirujano que te cure la puñalada dando unos puntos de sutura superficiales a la herida, y dejando abiertas las heridas en los órganos internos.

Y siguiendo con el símil médico, diré que la actitud de la izquierda en general de querer identificar los recortes o medidas reestructuradoras con la persistencia de la crisis es como aquella actitud de los niños cuando no quieren tomarse una medicina porque tiene un sabor horrible. La medicina se les da por su bien pero ellos no la quieren porque no comprenden que si no la toman continuarán enfermos.

Lo que sería una falta de diligencia a estas alturas y con este panorama es no aplicar dichas medidas, aunque nos duela y aunque no haya mucha anestesia para evitar el dolor. Duele que haya personas o familias enteras que estén viviendo con cuatro duros mal contados, duele tener que recortar el sueldo a los funcionarios, duele no poder revalorizar las pensiones, duele no poder atender como es debido a las personas dependientes, duele no poder hacer las inversiones que se necesitan.... Pero tenemos que ser conscientes de que esto no se curaba con unas pastillitas, había que cortar por lo sano. Por suerte, un Estado no es como un cuerpo humano, y los órganos extirpados se regenerarán si persistimos en la buena dirección, aunque ello suponga un esfuerzo mayor, si cabe.

ÁLVARO BENEJAM és regidor del PP