Promusa, en coma
Álvaro BenejamÁlvaro Benejam
Publicat: el 30/abr/13
Opinió|
Columnes
Quizá alguien no se haya dado cuenta, a estas alturas, de que las empresas que creaban los ayuntamientos para intervenir en el mercado inmobiliario no tenían como finalidad principal o única la de hacer viviendas de protección oficial de venta o alquiler que poder adjudicar a los ciudadanos con menos recursos económicos para cubrir su necesidad de techo.
La realidad es que dichas empresas pretendían también un pedazo del jugoso mercado inmobiliario, promoviendo, además de viviendas, locales de negocio, complejos de oficinas, parkings, naves industriales, etc. Y así obtener recursos económicos que utilizar para asumir esas competencias impropias que la mayoría de ayuntamientos han ido asumiendo estos últimos 10 o 12 años.
Ahora que la crisis que lleva instalada unos 5 años en España, resulta que estas sociedades han perdido la capacidad de llevar adelante los objetivos o finalidades para los que fueron creadas, por falta de recursos económicos con los que financiarse.
En Sant Cugat tenemos nuestro propio ejemplo, Promusa.
A día hoy, Promusa no construye pisos de protección oficial para venta, no construye pisos de protección oficial para alquiler, no construye oficinas ni locales, y le cuesta horrores vender los locales u oficinas y plazas de aparcamiento que conserva en propiedad.
Actualmente, hay proyectada una nueva promoción de viviendas de protección oficial de venta en La Floresta, pero existen dos problemas graves:
- uno es la falta de financiación bancaria para poder hacer las obras. Ningún banco da financiación a Promusa para ello.
- el otro es la escasez de solicitantes, teniendo que hacerse publicidad extra y ampliar el plazo de recepción de solicitudes para poder tener cubiertos todos los pisos.
La pregunta es ¿Cómo se podrá construir el edificio si no hay banco alguno que financie la obra?
Desde su órgano gerencial ya se ha informado que para el año 2013 no se va a hacer nada más que los mencionados pisos de La Floresta (si es que se hacen), por lo que tenemos una empresa municipal mantenida con vida artificialmente: está viva, pero con encefalograma plano y deteriorándose.
Evidentemente, la cuestión de fondo es si es viable la existencia de Promusa tal y como está concebida, y manteniendo la misma estructura que cuando funcionaba a toda máquina. Si dispusiera de recursos propios podríamos decir que sí, pero no es el caso, por lo que el gobierno de CiU tendrá que hacer un replanteamiento de este tema, en un momento que la vivienda pública de alquiler es lo que hace falta con urgencia.
Alvaro Benejam és regidor del PP