Secesionistas last minute
Sergio BlázquezSergio Blázquez
Publicat: el 16/set/12
Opinió|
Columnes
En estas últimas fechas donde está de moda hablar de Eurovegas o de Barcelona World, de ocio y de casinos, les describiré un cierto tipo de personas: aquellas que cuando apuestan a la ruleta lo hacen a la vez a rojo y negro, a par e impar. Porque a lo que juegan al fin y al cabo es a no perder (a veces, sin embargo, sale cero - gana la BANCA).
Si bien admito que en el mundo de la ruleta francesa o americana esta especie es más bien minoritaria no sucede lo mismo la fauna política y allegados donde abunda este espécimen. Me refiero a aquellos partidos, instituciones, sindicatos, asociaciones, medios de comunicación (o personas físicas como usted y yo) cuyo único credo es seguir cortando el bacalao, figurar y, cómo no, tener una buena nómina a final de mes trabajando lo menos posible.
En la numerosa manifestación a favor de la independencia de este pasado 11 de septiembre una parte nada desdeñable correspondía a este género de personas: nuevos adeptos a la fe nacionalista, secesionistas 'last minute'. Personas y colectivos que cuando soplan nuevos tiempos izan la bandera que tenga el mejor viento a favor una vez han echado las redes para recoger su bien merecido jornal.
Nuevos conversos que dudan en subirse a los autobuses y trenes fletados y pagados por las asociaciones de turno, generosamente subvencionadas por los ayuntamientos de turno con los impuestos de todos.
Tampoco es nada nuevo tal tipo de metamorfosis: así cuando la millonariamente subvencionada La Vanguardia proclama con alegría (la línea editorial de dicho diario, me refiero) el 'millón y medio' de personas que se manifestaron en 100.000 m2 (record Guinness del contorsionismo) no puedo sino acordarme de que esta misma Vanguardia, entonces La Vanguardia Española, comunicaba estas mismas cifras durante los paseos del dictador por la entonces Avda. del Generalísimo de Barcelona. También entonces se regalaban banderas que muchos miembros de la burguesía catalana agitaban mientras saludaban, brazo en alto, el paso de la comitiva.
Lo mismo sucede con la línea editorial de El Periódico. Sin un Mesías claro al que seguir y un PSC-PSOE en horas bajas, sin un Felipe González que llene pabellones y gane por mayoría absoluta con su 'que os quitan las pensiones', sin todo esto, digo, han decidido ponerse a rebufo por si las moscas y ser más papistas que el Papa.
El espectáculo está servido. Pasen y vean.
Triste historia repetida, que cantaba el poeta.
SERGIO BLÁZQUEZ és secretari de Cs Sant Cugat