Las aceras de Sant Cugat: un reflejo de la negligencia en la gestión de fondos públicos
Roque Adrada
Publicat: el 10/octubre
Opinió|
Columnes
En Sant Cugat, las aceras se han convertido en un problema evidente que afecta la movilidad y la calidad de vida de los ciudadanos. Mientras las arcas municipales siguen recaudando impuestos, la realidad en nuestras calles cuenta una historia diferente: el deterioro es evidente, los parches temporales son la norma y las inversiones en infraestructura parecen inexistentes.
¿A dónde van realmente los recursos que aportamos como ciudadanos? ¿Se imaginan ir en un taxi que no te lleva a tu destino? ¿O un barco que, pese a haberse pagado un precio elevado, no llega al puerto acordado? Esto, está hoy sucediendo en Sant Cugat.
Pagamos nuestros impuestos confiando en que estos se destinen a mejorar nuestra ciudad, pero los resultados simplemente no llegan. Pagar impuestos no es solo una obligación, es una contribución a un bien común, y ese bien incluye espacios públicos dignos y seguros. Sin embargo, las aceras en su estado actual son un reflejo claro de una gestión ineficaz de esos fondos.
Resulta inevitable cuestionar si el dinero recaudado se está destinando a prioridades que realmente mejoren la vida diaria de quienes vivimos aquí. La falta de mantenimiento, los retrasos en reparaciones y la dejadez general son síntomas de una negligencia administrativa que afecta a todos. Cuando los sancugatenses viajamos a Zaragoza, Valencia o Soria, por poner algunos ejemplos, observamos con gran envidia lo bien cuidadas que están las aceras y los servicios públicos.
Aquí, en cambio, la situación es una vergüenza, incluso ajena, pues lo que debería ser un orgullo para la comunidad se ha convertido en motivo de queja constante. Desde el Partido Popular exigimos una rendición de cuentas real así como soluciones inmediatas. Lo venimos pidiendo desde el inicio de este mandato cuando presentamos una moción (por cierto, rechazada por el Gobierno Municipal) solicitando un plan de choque ante esta situación.
No basta con recaudar: el Ayuntamiento debe garantizar que esos fondos se traduzcan en mejoras tangibles. Las aceras son un pequeño pero importante ejemplo de cómo la falta de acción impacta en nuestra vida cotidiana. Si seguimos contribuyendo, también tenemos el derecho de ver los resultados de nuestra inversión en el espacio público.
Roque Adrada, membre de la junta local del Partit Popular de Sant Cugat del Vallés