Inicio del curso político en Valldoreix

Carlos Aranguren


Publicat: dijous
Opinió| Columnes

Con el inicio del nuevo curso político en Valldoreix, nos enfrentamos a un reto crucial: encontrar la concordia y alcanzar acuerdos que permitan desencallar algunas situaciones que llevan demasiado tiempo estancadas. El panorama político actual nos exige, más que nunca, buscar consensos. Y es que el consorcio de la Entidad Municipal Descentralizada (EMD) debe cumplir su propósito de manera efectiva. Esto implica, en esencia, reencontrarse con el origen de su realidad política.

La EMD de Valldoreix no es un ayuntamiento, sino que es una junta de vecinos con un objetivo claro: ofrecer respuestas concretas a los problemas de la comunidad. Esta distinción es fundamental, ya que subraya nuestra razón de ser: resolver las cuestiones que afectan directamente a los vecinos. Por ello, en este contexto, es esencial que nos situemos con claridad en el panorama político en el que operamos.

Debemos ser conscientes de que, para hacer bien las cosas, es imprescindible dejar a un lado, en muchas ocasiones, las diferencias que nos separan. Las posturas políticas y las opiniones personales, no pueden convertirse en barreras que impidan avanzar en temas de importancia real para la ciudadanía como ha sucedido el pasado año. Lo que verdaderamente importa de nuestra tarea política es lo concreto, lo inmediato, y lo que afecta a la vida diaria de nuestros vecinos.

Ejemplos claros de esta necesidad de consenso los encontramos en asuntos como la resolución definitiva de la Avinguda del Baixador, la mejora de los equipamientos locales, y la mejora del mantenimiento de nuestras calles. Estos son problemas reales que necesitan respuestas conjuntas, más allá de nuestras divisiones ideológicas. Es hora de centrarnos en lo que nos compete como gestores públicos: ofrecer soluciones prácticas que mejoren la calidad de vida de nuestros vecinos.

La limpieza, la seguridad, unos servicios más eficientes y calles más confortables no son solo demandas razonables, sino necesidades urgentes que requieren nuestra atención. Solo desde el diálogo y la colaboración podremos ofrecer respuestas a estos retos y cumplir con nuestra labor de servicio a la comunidad. Si la atención del consistorio no se centra en todo esto, es decir, en sus vecinos, caerá de nuevo en utilizar la institución para beneficio propio o intereses particulares.

Este curso político se presenta, por tanto, como una oportunidad para recordar el espíritu fundacional de la EMD de Valldoreix: la cercanía y la respuesta eficaz a las necesidades locales. Para ser realistas y útiles, debemos ser capaces de dialogar, consensuar y actuar con un objetivo común: el bienestar de nuestros vecinos. Solo así podremos hacer frente a los desafíos que se nos presentan y garantizar un futuro mejor para todos.

CARLOS ARANGUREN és vocal portaveu del PP a la junta de veïns de l'EMD de Valldoreix