La cumbre del clima COP 26, un espacio para regular el capitalismo

Dimitri Defranc


Publicat: el 27/nov/21
Opinió| Columnes

Engañarnos sería pensar que la última COP en su edición 26 trató del clima. La estrella fue la economía del carbón. Los países y las grandes empresas ocultaron los intentos de regulación de un mercado postpandémico bajo un manto de preocupación medioambiental.

En la UE se llega a un acuerdo de no construir más centrales eléctricas dependientes del carbón en un mercado europeo donde Polonia tiene la gran deuda y es el responsable del 43% del carbón consumido en el bloque comunitario.

La eliminación del carbón es un avance, pero esto tiene un trasfondo económico ya que es cada vez más caro. En 2016 se encontraba en 66,1 $, hoy se encuentra a 84 $ la tonelada métrica.

La COP sigue siendo un compromiso con la economía y no con el medio ambiente, incluso en las mejores intenciones quieren salvaguardar los ecosistemas no para salvaguardar la vida, sino para salvaguardar los mercados.

Es urgente a nivel planetario dejar la dependencia del carbón. España, dependiente del carbón en un 70% y es uno de los países que sufre el ensañamiento del mercado -y de sus enchufes internos y puertas giratorias- en forma de abultadas facturas eléctricas. China es otro ejemplo por el aumento del 20% en la factura y de la escasez de energía.

La recuperación de la Covid generó que los países productores tuvieran que acelerar sus máquinas para vender más, y nosotros, los países con una industria débil como España o Catalunya tenemos que apretar más a nuestra población para poder comprar.

Todo esto ha causado la tormenta perfecta, el alza de los precios y la especulación de asuntos de vital importancia para la cadena logística, como la carga en el transporte marítimo.

Ahora se suma el tema de la "Ansiedad medioambiental", que es la presión que ejerce la comunidad internacional sobre las economías locales para bajar el consumo de los recursos estratégicos.

A nivel local, las autoridades, muy lejos de entender este problema, tratan de aprobar medidas desesperadas, como los anillos verdes mal planificados, para intentar cumplir con este marketing ambiental y así, de paso, parece que hacen algo.

DIMITRI DEFRANC CEVALLOS és president de Proposem