Túneles de Vallvidrera

Aldo Ciprian


Publicat: el 25/jul/19
Opinió| Columnes

El pasado mes de abril, un coche chocaba frontalmente contra otros vehículos que circulaban por los Túneles de Vallvidrera provocando heridos y la muerte de un vecino de nuestra ciudad.

En agosto del 2017, un accidente parecido dejaba dos heridos graves por un accidente similar dentro del último túnel de conexión entre el Vallés y la ciudad de Barcelona, tramo de 2,5 kilómetros de longitud que carece de una mediana separadora física entre los carriles de circulación.

En la actualidad más de 30.000 coches usan, cada día, los túneles de Vallvidrera para entrar y salir de la ciudad de Barcelona: tres veces más de lo que las directivas de la Unión Europea recomiendan para este tipo de instalaciones. Muchos de estos usuarios son personas de Sant Cugat y de las ciudades vecinas que, diariamente, lo utilizan como vía principal de acceso a sus empleos y colegios de sus hijos.

Y así ha sido desde su inauguración en 1991 bajo el gobierno de Jordi Pujol que concedía la explotación de los túneles a la empresa TABASA tras el traspaso competencial de Ministerio de Obras Públicas a la Generalitat, 10 años antes.

En 2012 el gobierno de Convergencia ya con Artur Mas a la cabeza renovaba la explotación de los túneles a la empresa Abertis por un total de 25 años, hasta el 2037.

La moción de Cs Sant Cugat que se ha aprobado por unanimidad en el pasado Pleno Municipal del mes de julio solicita que la Generalitat, que tiene competencia sobre la infraestructura, solicite a la adjudicataria que ponga medios de seguridad para prevenir cualquier futuro accidente dentro de su adjudicación mediante la actualización de sus instalaciones a la Directiva Europea 2004/54/CE.

En cuanto a las soluciones a aplicar, puesto que no se trata de una Directiva con carácter retroactivo, solicitamos que la empresa adjudicataria ponga a disposición del usuario unas medidas de seguridad que prevengan cualquier posible accidente en su recorrido: mejoras de iluminación, señalización, separación física de carriles... todo a criterio de los técnicos que, revisando las indicaciones europeas, apliquen las soluciones ya existentes en otros túneles continentales para la mejora de la seguridad.

Esta iniciativa la vamos a promocionar, a través de nuestros concejales de Cs en las ciudades que disfrutan de esta vía rápida de acceso a Barcelona para solicitar en sus propios plenarios esta inversión en seguridad competencia de la Generalitat. Al mismo tiempo, el Grupo Parlamentario de Cs ha presentado, el pasado mayo en el Parlament de Catalunya, esta misma propuesta para que la PR (propuesta de resolución) cuente con el mayor número de apoyos por parte de las ciudades colindantes con la infraestructura de los Túneles de Vallvidrera.

La empresa Abertis, con 30.000 viajeros diarios a 4,20 euros por viaje, se lo puede permitir; todo sea con la finalidad de reducir, a la mínima expresión, el peligro de accidente de cualquiera de sus usuarios. Si hay voluntad, la tecnología se encargará del resto.

ALDO CIPRIAN és el portaveu del grup municipal de Cs