Comercio de Proximidad

Aldo Ciprian


Publicat: el 6/feb/19
Opinió| Columnes

Comienza el año y nuevas nubes negras se ciernen sobre el tejido comercial de Sant Cugat. Al endémico problema de la dispersión de la población en un término municipal muy extenso, el constante incremento del precio de los alquileres y más recientemente el efecto disuasorio de la implantación de las nuevas zonas de aparcamiento de pago (área verde y azul), viene ahora a sumarse una nueva carga impositiva que deben asumir los comercios.

Algunos de los comercios han perdido hasta un 30% de facturación en el último trimestre del año (datos contrastados respecto del 2017) debido a la desafortunada gestión del área verde y de la azul que ha hecho que muchos clientes prefieran las grandes superficies donde es fácil el aparcamiento al pequeño comercio. No se prevé ninguna reacción del equipo de gobierno.

Desafortunado es también abrir un nuevo mercado de Volpelleres donde ya existen cinco grandes áreas comerciales (Lidl, Aldi, Esclat, Mercadona y Carrefour) a menos de un kilómetro de distancia y con aparcamiento propio. Se está hipotecando gravemente el futuro de los paradistas y sus inversiones en los locales de Promusa.

A la ya abultada lista de cargas fiscales, se suma ahora el recargo en el IBI al que deberán hacer frente los establecimientos comerciales debido a la integración tarifaria de Sant Cugat en la Zona 1.

Está muy bien hablar de alternativas de movilidad, de comercio de proximidad, de comercio de calidad... etcétera, pero todo comercio, para que sea viable y se integre en el tejido social y económico de la ciudad, con el interés que eso comporta para todos, debe poder ser rentable.

En Cs Sant Cugat opinamos que ambos sistemas (pequeñas y grandes superficies) deben coexistir ya que cada cliente tiene sus propias necesidades: un tipo de comercio complementa al otro.

El equipo de gobierno no parece ser consciente de las dificultades a las que hace frente el comercio local y hace oídos sordos a las quejas que se elevan desde el colectivo. Descenso de la clientela, poco apoyo a la dinamización de las zonas comerciales, descontrol en los horarios de apertura y cierre, elevada carga impositiva, complejidad y lentitud en la gestión de trámites, dificultades a las tareas de carga/descarga, reparto, son quejas habituales entre los comerciantes y en gran medida causa de la alta rotación que sufren los proyectos comerciales en nuestro municipio.

El equipo de gobierno tendría que ser consciente de que el comercio local no puede soportar sobre sus espaldas tantas cargas, y debería trabajar para aportar soluciones y no para crear nuevos problemas.

Si no cuidamos de nuestro tejido comercial, Sant Cugat será un futuro cercano una ciudad muerta, relegada al papel de ciudad dormitorio.

ALDO CIPRIAN és portaveu del grup municipal de Cs