Alcaldesa virtual

Sergio Blázquez

Sergio Blázquez


Publicat: el 4/abr/18
Opinió| Columnes

Anda nuestra alcaldesa metida en muchos fregados, como todos sabemos. Atendiendo lo que no debería y desatendiendo el día a día de Sant Cugat. Desde Ciutadans, pronto nos dimos cuenta de que el que mucho abarca poco aprieta, y así se lo hicimos saber a la Sra. Conesa cuando resultó electa presidenta de la Diputación, allá por 2015, en tiempos que eran más tranquilos para todos.

Ya entonces se notaba su ausencia. Quedaba especialmente patente cuando áreas que quedaban bajo su responsabilidad directa, como la de seguridad ciudadana, quedaban desnortadas y sin directriz alguna. En pocos meses creció la alarma social cuando aumentaron de forma considerable los asaltos a domicilios y el ayuntamiento tuvo que reforzar el organigrama incluyendo a un director de ámbito que en principio no debía ser necesario.

A la duplicidad de funciones propias de la diputación y la alcaldía se ha venido a sumar, en los últimos tiempos, la voluntad por parte de la alcaldesa de no perder comba en los ajetreos de su propio partido, en unos tiempos ciertamente convulsos, lo cual ha venido a acentuar su prolongada dejadez de funciones en el ámbito municipal.

En eso contexto, amén de su propio fanatismo, cabe explicarse la campaña de máketing independentista que ha hecho nuestra Ilustrísima con su viaje a Hamburgo, sin que sepamos quien costea el capricho. También el uso partidista que hace de las instituciones que preside. No en vano la esposa del que un día fuera 'molt honorable', así como alguno de sus acompañantes el día que fue detenido en tierras alemanas, están a sueldo de la Diputación de Barcelona.

Ni que decir tiene que el ayuntamiento de nuestra ciudad también ha sido utilizado para la causa independentista, aunque ello haya supuesto colaborar en la fractura social. Para muestra el ir y venir de los operarios que suben con grúa a colgar pancartas en la fachada del ayuntamiento, aunque la lógica y el respeto institucional deberían hacer de ese entorno un espacio neutro.

Luego sucede que el viento, como si de un dios pagano se tratase, se empeña en arreciar contra la pancarta. Así que los mismos operarios que la subieron tienen que apremiarse en bajarla. Mucho me temo que todo el circo, así como el posible desperfecto ocasionado en la fachada, siendo responsabilidad de nuestra alcaldesa virtual, tendremos que pagarlo todos los ciudadanos.

SERGIO BLÁZQUEZ és regidor de Cs