Nueva escuela en Volpelleres
Sergio BlázquezSergio Blázquez
Publicat: el 23/mar/16
Opinió|
Columnes
La decimosegunda escuela pública en Sant Cugat ha nacido envuelta en un debate sesgado acerca del modelo educativo en el que debería basarse, y creo que sería bueno hacer, a este respecto, algunas consideraciones y apreciaciones.
En primer lugar, si bien es importante el modelo pedagógico que se va a seguir en el centro, lo es más el que tenga recursos para desarrollarlo con éxito. Y aquí es donde tenemos que centrar nuestras demandas.
España, y Catalunya no es una excepción, destina un porcentaje inferior de su PIB en educación de lo que destinan los países escandinavos en este concepto, existiendo un consenso de que países como Finlandia son modelos de éxito a seguir.
Un bajo ratio de alumnos por aula, la existencia de clases de refuerzo para los alumnos con dificultades en alguna de las materias, o el contar con docentes preparados, motivados y con vocación, requieren de un mayor desembolso por parte de las arcas públicas.
En segundo lugar, en estas semanas previas al pleno del ayuntamiento celebrado este pasado 21 de marzo, y donde hubo una moción acerca de la nueva escuela de Volpelleres, es de lamentar que se haya trasladado a la opinión pública una teórica confrontación entre los modelos de Escuela Tradicional y Escuela Viva.
No nos cabe duda de que el nuevo equipo directivo, con experiencia e ilusión, será capaz de ofrecer un modelo pedagógico que en parte responderá a las expectativas del colectivo a favor de la Escuela Viva, pero también intentará recoger lo más acertado de otros modelos como Waldorf, Montessori, Constructivismo, etc. De nuevo vuelvo a hacer hincapié en que será fundamental el que dispongan de recursos suficientes para desarrollar su propio modelo con éxito.
Así, el pleno desarrollo emocional del niño, la adquisición de conocimientos y habilidades en un mundo cada vez más globalizado y plurilingüe, así como procurar adultos felices y empáticos son retos en los que debemos perseverar tanto padres como profesores.
En tercer y último lugar, desde el grupo municipal de Ciutadans perseguiremos que la Generalitat cumpla su compromiso y acelere al máximo la construcción de la nueva escuela, procurando que la estancia temporal de los alumnos en módulos prefabricados, conocidos popularmente como barracones, sea la mínima posible.
En este sentido ya sabemos de antemano que deberemos estar expectantes. La existencia, a día de hoy, en todo el territorio catalán de 995 módulos prefabricados nos da la medida del grado de incumplimiento de promesas que la Generalitat es capaz de generar.
Y es que bien es sabido que en los últimos años el gobierno de Catalunya ha centrado sus recursos y energías en perseguir unos fines políticos, dejando totalmente de lado el bienestar de los ciudadanos.
La Ítaca de los barracones, por decirlo en una frase.
SERGIO BLÁZQUEZ és regidor de C's