Ellos estado de crisis, nosotros estado de los derechos humanos

Dimitri Defranc


Publicat: el 2/feb/16
Opinió| Columnes

Hace poco me preguntaron qué esperaba de la Cataluña independiente. Espero que Cataluña sea ese paradigma de los Derechos Humanos donde por fin se aplique realmente lo que está en la Carta Universal de los Derechos Humanos de manera firme e inequívoca.

Un estado que nace no solo siendo el primer estado de Europa del nuevo siglo sino el primero que declare una ruptura total con los antiguos sistemas que permiten la corrupción el abuso y la ignominia que rara vez termina en los tribunales.

Esta suerte también la quisiera para España, Francia, China... Pero el grado de implicación y de posibilidad de lucha por esta ruptura con el pasado es más posible desde lo cercano y lo cotidiano, en este caso el municipalismo y lo que hagamos desde Sant Cugat tiene un gran peso en este proyecto.

Algunos ejemplo de rupturas:

El miedo de muchos por la ruptura de Cataluña no pasa tanto por el que esta sea otro estado más donde se repiten los vicios perversos de la especulación, la corrupción... El miedo de algunos pasa por perder los tristes negocios que no dejan avanzar a los pueblos como lo son el monopolio de los recursos naturales, la energía, el agua, que son de obligatorio consumo para el humano y que garantizan la supeditación total de las personas al sistema bajo el chantaje de carecer de ellos.

La corresponsabilidad de los ciudadanos con estos recursos, no derrochar, ser más eficientes, buscar alternativas, no solo depende de los estados, relegar toda la responsabilidad al estado sin nosotros ser responsables de lo que pase sería un error.

'Madre hay una sola, tierra hay una sola. Respétalas, ámalas, que una te cobijó al principio y otra lo hará al final'

La libertad de pensamiento y creación de los catalanes y catalanas es un eje fundamental, ¿Cual es la barrera que no permite por ejemplo que Cataluña tenga el Sillicon Valley europeo? ¿Acaso Cataluña no tiene la posición geográfica, la capacitación, la infraestructura para luchar por este sueño tecnológico?

Final de la visión etnocéntrica. ¿Qué nos limita a declararnos el primer estado empático de la tierra, entendiendo el sufrimiento de los demás pueblos como propio? Y abriendo las puertas a las demás culturas razas y pueblos 'sufrientes' de la tierra como quisiéramos que nos habrán las puertas a nosotros, siendo fieles a la realidad y a las limitaciones económicas y territoriales.

Estamos ante la formación de un nuevo estado y nada nos impide soñar con marcar la historia de ser más humanos, más humildes, más empáticos y de tener un estado que sea el que canalice todas estas necesidades que al día de hoy nos podemos permitir plantear.

DIMITRI DEFRANC és regidor de la CUP-PC