¿Poetisa? Que venga Dios y lo vea

Cartes dels lectors

Publicat el 23/feb/16 per Javier Paulo

Nadie nunca había dado tantas clases de todo, y nadie nunca había necesitado tanto recibirlas. Es triste que queriéndose abanderar y arriar al mismo tiempo la bandera de la libertad de expresión se hieran sensibilidades y sentimientos ajenos.

Hay quién piensa que imponiendo ideales y fanatismos era y es propio de la rancia y caduca derecha, sin darse cuenta que los 'progres', como ellos se autodenominan son los que imponen y dictan lo que denominan como progreso.

Este progreso consiste en impartir justicia injusta, en acallar al que no piense igual que ellos, en insultar y criticar a todos aquellos que tengan una manera diferente de hacer y actuar.

En ocasiones y casi siempre el arte, es tener buen gusto, es muy fácil criticar y ofender como ya he dicho sentimientos ajenos con el fin de intentar engrandecer su triste y ya de por sí cutre leyenda.

¡Qué pena me dan esas muchedumbres, ávidas de corromper la tranquilidad social! Y con muchas ansias de imponer injusticia social. Me da la sensación que no saben a dónde van ni qué es lo que quieren.

Quiero plantearte a ti estimado lector una pregunta: ¿Cuándo el mundo se ofende y se molesta es que el mundo está equivocado o es que realmente se han hecho mal las cosas?

Yo estoy totalmente a favor de la libertad de expresión y creo que incluso el arte es libre hasta cuándo no nos gusta, pero también creo que esto de apedrear a la comunidad cristiana continuamente ya es algo muy antiguo, hasta 'carca' diría yo, se ha hecho desde el inicio del cristianismo hace ya dos mil años.

En este acto tan honorable dónde se entregan los premios de la Ciudad de Barcelona como prenda de agradecimiento de la misma a unas personas determinadas por su labor y colaboración en determinados ámbitos, creo que no es el lugar para pronunciar un burdo e insultante poema a costa de una de las principales oraciones de los cristianos dónde se representan a más de mil doscientos millones de personas, justificándolo como 'metáfora y alegoría al cuerpo de la mujer'.

Una de las características del arte es el derecho de expresar la indignación, la injusticia social y de criticar aquello que no nos gusta, pero eso no te da derecho a ofender ni faltar al respeto a la ciudadanía.

Así que le insto y le exijo enérgicamente a la 'poetisa' que devuelva el premio que ha logrado inmeritoriamente a costa de los sentimientos de la mayoría de ciudadanos.

En última instancia le digo a la muy poco aclamada poetisa, haciendo uso de su 'metáfora':
[...perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y sobretodo líbranos de la gente insolente y grosera].

JAVIER PAULO